Cinismo:(Del lat. cynismus, y este del gr. κυνισμός). Desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones o doctrinas vituperables.
El ex presidente de los argentinos y actual presidente del Partido Justicialista pasa por sus peores días de su vida política. No se puede negar su condición de politólogo y predicador. Utiliza un recurso lingüístico del progresismo que jamás puso en práctica.
En todos sus discursos no deja de mencionar la lucha por los derechos humanos y cargar contra el modelo económico de los 90. Aunque todos sabemos que el fue un gran precursor del neoliberalismo junto a su ex amigo Carlos Menem.
Nos tomará como unos ingenuos a los argentinos que hemos visto varios de sus discursos e imágenes de archivo donde defendía el modelo que tanto critica. El, fue responsable directo de un sistema perverso de saqueo, como gobernador e integrante del mismo justicialismo. Es como si le tendriamos que estar agradecidos toda la vida por sacarnos de la crisis que creo su mismo partido. Y aún así, el crecimiento, con el que se encontró Kirchner, cuando asumió el cargo presidencial fue consecuencia directa de los planes económicos dispuestos por Roberto Lavagna, ex ministro de economía del presidente interino Eduardo Duhalde.
En su retórica jerga apela al «plato de comida de los argentinos» (por cierto vació) diciendo que comparemos los precios de los alimentos de nuestros países vecinos, como Uruguay o Brasil con el nuestro. Obviamente que omite indicar que los salarios de esos países que menciona son mas justos en relación al costo. Pero en gran medida es como él dice, salvo por el grueso de los trabajadores argentino que cobra, un salario real que no supera los USD450 dólares mensuales, acentuado con una caída que mes a mes se lleva el %3 de la ganancia, a causa de la inflación.
El gobierno de los Kirchner comienza a tambalear de forma acelerada y no da signos de realizar políticas de fondos, mas bien intenta sostener- mediante quitas directas por retención e inflación- los millonarios subsidios que se reparten entre los nuevos grupos de poder kircheristas.
Hace 100 días que la prensa ha olvidado los problemas de fondo de la Nación. Los cacerolazos son encauzados dentro del conflicto por el campo, cuando en realidad la gente sale a las calles porque se encuentra desesperada por ver como su economía diaria se deteriora día a día, sin poder llegar a fin de mes, ni poder cumplir con sus compromisos de pago.
El conflicto gobierno-campo borra de la agenda de los medios discusiones de fondo. Todos sus actores -medios, políticos y agropecuarios- se ponen de acuerdo para mantener la discusión en otro plano. Cuando el valor real de un salario mínimo para el trabajador argentino (que por estos días no supera los $900 pesos) debería estar superando $1900 pesos reales. Debate que no puede hacerse esperar y que debe estar por encima de toda discusión. Es el verdadero reclamo que la gente hace con sus cacerolas, más allá del conflicto gobierno-campo; por una justa y verdadera redistribución del ingreso.
El tabloide 